Estos últimos meses, han dado paso a muchos momentos en nuestra casa. Días tranquilos, otros de desesperación, dias soleados, nublados, de risas, de preguntas sin respuestas, juegos, llantos, incertidumbre en general.

Hemos sido afortunados, hemos estado sanos y apoyándonos los unos a los otros, compartiendo nuestos 50m cuadrados, fortaleciendo la paciencia, la empatía y el modo positivo.

Ha sido una etapa de aprendizaje para todos, cada uno se ha llevado su parcela con los frutos cosechados y ahora toca continuar, siempre en positivo.

Todos hemos tenido mil preguntas y muchas sin respuesta, los mas pequeños, ni siquiera han sido exigentes.
Los estudios diarios, nuestros pequeños, han sido un ejemplo y nos han dado una lección de resilencia.
Durante muchos días, hemos sido meros espectadores de balcón, una sensación de impotencia y desorientación.
El desorden mental pasa factura…
¡Siempre ha habido buenos momentos!
La casa sin ley ni orden, era lo que ha dado vida y color en estos meses.
Hemos ido viendo cambios desde el balcón.
Nuestros mayores, solos y en ocasiones abandonados a su suerte…